1/22/2009

Marginalia en tiempos de crisis

Bienvenidos de nuevo a Marginalia tras un largo tiempo de ausencia por una larga y difícil convalecencia. en estos años sin publicar nada he pasado respectivamente por: Una operación de ambas caderas y su correspondiente post operatorio; de al menos un año y medio, la preparación de unas oposiciones y, alguna otra circunstancia tan infundada como embarazosa. Espero que comprendan que con una vida tan ajetreada y a veces, excesivamente inquietante, no he tenido tiempo ni ánimos para hacer lo que mas me gusta. Escribir. Son tiempos de crisis. La crisis y sus consecuencias, principalmente el paro, son destacadas diariamente en Informativos y conversaciones cotidianas; inundando, incluso, la publicidad de grandes almacenes, que anuncian sustanciales rebajas temerosos de la deflación. Todos conocemos el origen de la crisis gracias a estudiados análisis económicos, vistos desde los los más variopintos puntos de vista, por los más grandes eruditos a nivel nacional e internacional. ¿Pero alguien ha aportado soluciones? pues parece que no. ¿Son estos eruditos incapaces de formular soluciones? Modestamente, no lo creo. Lo único que ocurre es que, para que esta situación remonte, las empresas y los directivos de las mismas, tendrán que adaptarse a tener menores beneficios y, !Oh Horror! el gobierno a distribuir mejor la riqueza. Y eso es duro. muy duro. ¿Quien sera el que le ponga el cascabel al gato? Paul Krugman, Obama o, como es más probable, ninguno de los dos. Estamos en un momento de transformación económica y geopolitica, pero los gobernantes de todo el mundo siguen gobernando como hace 20 años. Como si esta situación fuese coyuntural a sabiendas de que es sistémica. El mundo cambia, la política no. Existen recetas arriesgadas que afectarían, sobre todo, a los intocables. Pero son obviadas sistemáticamente. Quizás por ello seguiré hablando de lo que los políticos ni siquiera se plantean. Con ese espíritu transgresor nació este Blog. Y así continuara, aunque siga siendo de carácter minoritario. ¿Nos vemos mañana?

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